Entrevista Carlos Raimundi: “La Argentina debe presentarse con fuerza en la agenda internacional”

En charla mantenida con un miembro del Centro de Altos Estudios Estratégicos Internacionales (CENALEEI), el Diputado Nacional de la Provincia de Buenos Aires por el ARI, recordó la posición que a su entender debe tener el gobierno argentino, así como las falencias que observa en la actual gestión gubernamental.

Miembro también de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados, este abogado y magíster en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata, comenzó su carrera política en la Unión Cívica Radical (UCR), en donde ocupó los cargos de Presidente del Comité Nacional de la Juventud Radical (1985-1987) y alcanzó la Diputación Nacional (1989-1993). Fundador del Partido Nuevo Espacio (1995), integrante del FREPASO, por el que también fue Diputado Nacional y ejerció la Secretaria de la Sección Argentina de la Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR (1996). Actualmente vive en La Plata y es Diputado Nacional por el Partido ARI, y miembro de la Coalición Cívica (CC). Entre las funciones que llevo adelante figura asimismo la Presidente de la Comisión Parlamentaria Conjunta del MERCOSUR, en el año 2000. Aquí se reproduce parte de la extensa entrevista mantenida, agradeciendo desde ya la deferencia y buena predisposición del Diputado.

P: Lo primero que quería interrogar es sobre que ventajas o que aciertos o desaciertos Ud. observa en la política exterior del actual gobierno en la Argentina.
CR: Yo en primer lugar se podría decir que si hay algo que comparto con el gobierno es digamos algún tramo de su discurso. No de su política. Que tiene que ver con la revalorización de la integración y la ruptura del alineamiento incondicional. En el discurso. En los hechos, creo que el proceso de integración tiene muchas falencias y en el tema de la relación con los Estados Unidos, yo veo que si bien el gobierno tiene algún discurso contestatario, ha cumplido prácticamente con toda la estructura normativa que esta impuesta por los Estados Unidos a los Organismos Internacionales en materia de lucha contra el terrorismo. Yo no estoy en desacuerdo en luchar contra el terrorismo. Lo que pongo en debate es que uno en los hechos trata de imponer con normas impuestas o diagramadas por Organismos multilaterales pero en el fondo eso puede guardar algún tipo de funcionalidad con la agenda de seguridad estratégica de los Estados Unidos. Es decir, hay un cumplimiento, por un lado, y no hay con el mismo énfasis, un cuestionamiento a la doctrina de guerra preventiva, a la doctrina de injerencia extracontinental de los Estados Unidos sin anuencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Y en materia de política regional, creo que en un momento en que el mundo atraviesa problemas serios, como la batalla digamos por valores y la cruzado cultural que Estados Unidas esta librando contra el Islam, los problemas de seguridad energética de Europa, el reposicionamiento de Rusia, los problemas de estrés ambiental en distintas regiones del planeta, problemas de inmigraciones que aquejan a Europa, y que vemos que América Latina: 1) no sufre ninguno de esos problemas y 2) tiene alta legitimidad política en sus Presidentes, porque no creo que son lideres, y 3) goza de un contexto macroeconómico de crecimiento y de bonanza, América Latina tendría que jugar un rol mucho mas fuertes en términos de participación en la agenda internacional desde un punto de vista de liderazgo ético, de liderazgo cultural, de liderazgo intelectual, que no esta jugando. Es decir, veo un cierto desaprovechamiento de las condiciones, en las que no se encuentra la región desde hace muchísimos años. Y por otro lado veo que lo que caracteriza a gobiernos tildados de “centroizquierda” porque le han ganado las elecciones a opciones que estaban mas a la derecha pero que no hay cambiado la agenda de los ´90, que la aplican con un poquita mas de sensibilidad social, pero que no hay cambiado la agenda.

P: ¿Como tendría que ser a su criterio la política exterior argentina?.
CR: En primer lugar de una mirada “regional” de la región. Esto que parece una redundancia, no lo es. Porque la región en este momento que tiene como decía condiciones estructurales casi optimas, es decir, tiene una estabilidad política que no tuvo durante muchas décadas. Tiene un entorno económico de crecimiento, de desendeudamiento, de liquidez internacional, de bajas tasas de interés. Y tiene un clima social que no es de carrera hacia el empobrecimiento sino, al contrario, una desaceleración de la espiral de pobreza. No digo grandes políticas o cambio del paradigma redistributivo, digo desaceleración de la espiral de pobreza, que sigue avanzando, pero a un ritmo mas atenuado. Mantiene problemas serios por no abordarlos desde una mirada regional. Esto es, ¿el potencial arreglo de la vía o salida marítima de Bolivia es un problema entre Bolivia y Chile o es un problema de la región?. Es un problema cuya solución traería aparejado un clima distinto a nivel regional. El posicionamiento de la Argentina como país bioceanico, como corredor bioceanico entre el polo industrial del sudeste de Brasil y el Pacifico, que es la frontera comercial mas dinámica del planeta en este momento. Es un problema Argentino o es un problema regional?. El problema del gas con Bolivia. ¿Es un problema bilateral entre la Argentina y Bolivia, o un problema entre Brasil y Bolivia o tiene que ver con el diseño de una nueva matriz energética a mediano y lago plazo del la región?. Los conflictos comerciales con Brasil ¿se resuelven con medidas proteccionistas o se resuelven con una concepción de mercado ampliado, de complementación económica, de integración a las cadenas regionales de valor y una mirada desde la región a terceros mercados?. Y ni hablar de este bilateralismo de mirada llevado al paroxismo que es las papeleras...

P: Ese tema precisamente iba a preguntárselo en mi próxima pregunta. Papeleras.
CR: Si. Desde el momento que para resolver un conflicto, Argentina y Uruguay tienen que recurrir al rey de España, digamos, denota una impotencia desde el punto de vista de la capacidad estratégica, de la capacidad diplomática, de la mirada global de la relación, de una mirado historia y no de una mirada coyuntural, absolutamente marcada. Mas allá de lo que dice el Tratado del Río Uruguay, el hecho de haber tenido que recurrir a la Haya, que es la máxima instancia jurídica mundial como primera instancia, es decir, de haber de haber convertido la primera instancia en la ultima, esta indicando una incapacidad de medicación política entre los dos países, que es lo que me lleva a decir que no hay una mirada “regional” de la región. Hay una sumatoria de problemas bilaterales, desde una perspectiva bilateral y no de una perspectiva regional. Porque todos estos problemas puestos en la agenda de la región, avanzarían de otra manera. Porque la solución de uno, generaría condiciones para la solución de los demás. Yo estoy por una interpretación sistémica de la región, y no por una interpretación como suma o desagregado o como agregado de problemas bilaterales. Creo que también hay un déficit importante de Brasil en el ámbito regional, que en el ínterin lo llena Chávez. Por otro lado me pregunto si Brasil, está realmente empeñado en un liderazgo regional, me parece que sí, en un aspecto de la política agropecuaria del grupo de los 20, de lo que fue su posición en la Cumbre de Mar del Plata contra el ALCA, pero me parece que el acuerdo de biocombustibles que aparentemente está avanzando con los EEUU o con la administración de Bush, me parece que neutraliza las otras posiciones de mayor conflictividad con los países industriales y lo hace con un rol que no es precisamente de liderazgo regional sino de control de Chávez. Me resisto a plantear la situación de América latina como una confrontación de modelos populistas vs. Modelo institucionales, poniendo a Chile, a Brasil, Uruguay por un lado y a Chávez por el otro. Me parece que Uribe no tiene mucho que envidiarle a Chávez en términos de respeto por la instituciones. Es un caudillo tan populista como Chávez, con algunas diferencias ideológicas con diferencias de lineamiento internacional, lo va a ver a Bush y el otro la va ver a… Pero desde el punto de vista de la construcción institucional interna son muy parecidos y tal vez de la construcción institucional interna la sociedad Colombia no está tan polarizada como la venezolana.

P: En la región en América hoy se observan dos actores con un enfrentamiento mas dialéctico, uno los Estados Unidos, que por su peso específico es de importancia mundial, y otro con un líder carismático y con altos ingresos actualmente por el tema del petróleo, que es Venezuela. ¿Como ve Ud. esa relación, como tendría que ser la política argentina en base a ese enfrentamiento, al menos dialéctico, como decíamos, entre los dos?.
CR: Si. Venezuela no termina de hacer una síntesis social a partir de la bonaza económica del petróleo. No termina de industrializar, de producir un cambio estructural del paradigma de desarrollo muy dependiente del precio del barril, ahora la pregunta sería que pasa si baja el precio del barril. Me parece que Chávez entra en una lógica de confrontación y a mi me parece que el planteo del eje del mal no se debería combatir con el planteo reactivo de “me amenaza Bush, visito Irán”. No se combate una irracionalidad con otra. La irracionalidad se combate con la racionalidad. Y la racionalidad implica una mirada más ecuménica. Creo que esa es la línea que debería tomar la Argentina. En términos de modelos regionales, al interior de la región por un lado, yo no comparto algunos abusos del poder del chavismo, no los comparto, simplemente les pongo un atenuante: vienen de resistir un golpe de Estado realizado por Bush en 2002, explícitamente alentado por el pentágono. Creo que Chávez representa a los sectores sociales más desprotegidos de Venezuela, pero también hay una historia en América Latina, que no alcanza con el combate desde la representación de los sectores más desprotegidos. Le pasó a Salvador Allende en Chile: el hecho de no saber armar coaliciones sociales más amplias para poderse sostener políticamente y polarizar a la sociedad hasta que el poder este en condiciones de derrocarlos, es decir generar predominio político a partir del resentimiento. El odio de una mitad de la sociedad no me parece que sea el modelo a seguir. Tampoco me parece que sea realista la solución de querer aplicar en América Latina un modelo, una categoría europea, una suerte de liberalismo progresista con referencia solo a valores republicanos que son propios de la doctrina de Benjamín Constant o de John Stuart Mill, pero que no son aplicables a una realidad socio-cultural latinoamericana, que es muchísimo mas compleja y que todavía hoy implica intereses de clase o intereses de grupo, como es el caso de la representación política que ejerce Evo Morales en Bolivia. ¿Como le aplico yo las categorías de la República Francesa a los pueblos que resisten la explotación minera en las provincias andinas de la Argentina o a las minorías mapuches o tobas?. Me parece que ahí hay una representación social que no es amoldable a las categorías euro-céntricas. Me parece incompleto lo de Chávez y me parece incompleto contestar a Chávez desde un republicanismo “roussoniano”. Me parece que encontrar ese camino de equilibrio es una de las grandes estrategias que tendría que plantearse la diplomacia argentina, la política exterior argentina, la política argentina.

P: ¿En que temas está trabajando la Comisión de Relaciones Exteriores?
CR: Es una aprobadora serial de convenios internacionales de menor envergadura.

P: Ud. mencionó la negociación argentina ante la OMC. ¿Como ve Ud. la negociación argentina en algunos Organismos Internacionales, multilaterales, FMI, OMC y demás organismos?. ¿Como la observa hoy o tal vez como debería ser a su entender esa relación?
CR: El FMI daría la impresión de que se han cortado los vínculos a partir del pago, que responde mas a una estrategia financiera internacional, que a un acto de soberanía argentina. En la OMC comparto los principios que ha planteado la Argentina de lucha por la apertura de los subsidios agrícolas y de “no trato reciproco”, sino de trato menos reciproco a favor de los países menos industriales. Pero no me gustaría tampoco seguir haciendo exclusivamente hincapié en el tema de los productos agrícolas porque eso nos encasilla en un rol de país agrícola. Tenemos que formar parte de los grupos agrícolas, pero al mismo tiempo buscar una diversificación de mercados importante. La Argentina, cuando ha presidido la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, lo ha hecho dignamente. Hoy ya no tenemos los problemas ideológicos de la guerra fría y, por lo tanto, todos los actos diplomáticos están de alguna manera descafeinados. Con la tibieza que la Argentina se presenta en la agenda internacional, algunas cosas comparto más y otras menos, pero ninguna de ellas me parece central. Lo que sí me parece central es que la Argentina no se presente con fuerza en la agenda internacional.
Entrevista: Dr. Emiliano Bursese

(Publicado en Revista "Mundo Contemporáneo". Nº 2. Buenos Aires. 2007. Pág. 17)

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